domingo, 20 de abril de 2008

Tiempo...


El tiempo avanza
tarda y retrasa
avanza en círculo y en arena
en salto digital y en pulso
marca y descontrola
calma y olvida
marcha y deshoja
crece y decrece
tiempo en luna
tiempo en sol
tiempo en estación
en reloj y en calendario
en cardo y en espuma
de ti conozco lo que siento
pero de empo no sé nada
sólo sé que sin ti destiempa
no anda ni desanda
simplemente no existe
se queda sin tic
marcando solo un tac tac tac
así me desliso sin ti
existiendo sólo en mi
avanzando con un empo que convierto
en miempo marcando
el trascurrir sin tic pero con mic
mic tac mic tac mic
los minutos son tinutos
las horas holas
los días noches
las semanas manas
los meses mieses
doce espigas son un año
y cada día una noche que renombro
lunes luna
martes mar
miércoles mitad
jueves nubes
viernes viento
sábado sábana
domingo sol
así pasan las manas
del miempo que invento.

Escribo...



Escribo en un acto de salvación
sin pretensiones estéticas ni artísticas
escribo por los huesos que me sostienen
por la húmeda lengua que no habla
por los labios mayores y menores
por los andamios que me levantan
por los latidos de mi cuerpo
por el látigo de mis furias
por las espadas de mis derrotas
por las oraciones de mi madre
por las rabias de mi padre
por los bigotes de mi gato
por los cantos que desafino
escribo en verbo y en vuelo
con tinta y grafito
escribo y me salvo
me salvo y existo
existo y te nombro.

domingo, 13 de abril de 2008

¿Qué es esto?



Dónde están las olas de tu río
dónde se oculta el cielo de tus ojos
dónde se encuentra la que no he sido
¿puedes responder?

Lo que he sido se derrama
anónima en espacios sin testigos
en tumultos sin consciencia
en presencias ausentes

El irrenunciable sueño del caracol
se desliza suave bajo mi almohada
la seda que deja su paso
teje historias que no han podido ver la luz

No has querido ver lo que mis pupilas dicen
no vemos lo que no conocemos
no sabemos lo que no vemos
anónimo queda lo que no tiene espacio para existir

Se derrama el vaso que no terminó de llenarse
sin río se queda el espacio que mi cuerpo aloja
sin arena quedan las playas de mis sueños
sin párpado quedan las noches que te guardan

Las hojas caen cuando han alcanzado la riqueza del oro
las aves vuelan cuando han comprendido la libertad
la noche llega cuando el sol cae
la oruga vuela cuando ha comprendido que no es oruga
el río entra al mar cuando desea ser ola

Dónde... cuándo... cómo???
quebrada está el ala
la hoja no quiere ser oro
la noche no esperó la caída del sol
la oruga no quiere la vanidad de las alas
el ave no desea tanta libertad
el río buscará olas sin sal
el curso de la naturaleza ha reprobado de curso por vez primera
¿comprendes lo que digo ingenua rosa?
¿comprendes lo que escribo testaruda roca?

Dónde no es cuándo
cuándo no es cómo
cómo no es poco
poco no es nada
nada no es esto
esto es una huella en la luna

viernes, 11 de abril de 2008

La Jardinera y Hamlet



“¡Ser o no ser: He aquí el problema! ¿Qué es más levantado para el espíritu: sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna, o tomar las armas contra un piélago de calamidades y, haciéndoles frente, acabar con ellas? ¡Morir..., dormir; No más!

¡Y pensar que con un sueño damos fin al pesar del corazón y a los mil naturales conflictos que constituyen la herencia de la carne!

¡He aquí un término devotamente apetecible!

¡Morir..., dormir! ¡Dormir!...¡Tal vez soñar!

¡Sí ahí está el obstáculo! ¡Porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños pueden sobrevenir en aquel sueño de la muerte, cuando nos hayamos librado del torbellino de la vida!

¡He aquí la reflexión que da existencia tan larga al infortunio!

Porque ¿Quién aguantaría los ultrajes y desdenes del mundo, la injuria del opresor, la afrenta del soberbio, las congojas del amor desairado, las tardanzas de la justicia, las insolencias del poder y las vejaciones que el paciente mérito recibe del hombre indigno, cuando uno mismo podría procurar su reposo con un simple estilete?

¿Quién querría llevar tan duras cargas, gemir y sudar bajo el peso de una vida afanosa, si no fuera por el temor de un algo, después de la muerte, esa ignorada región cuyos fines no vuelve a traspasar viajero alguno, temor que confunde nuestra voluntad y nos impulsa a soportar aquellos males que nos afligen, antes que lanzarnos a otros que desconocemos? Así la conciencia hace de todos nosotros unos cobardes; y así los primitivos matices de la resolución desmayan bajo los pálidos toques del pensamiento, y las empresas de mayores alientos e importancia, por esa consideración, tuercen su curso y dejan de tener nombre de acción.”

"Voy a cultivar la tierra...
Violeta azul y clavelina roja..."

martes, 1 de abril de 2008

Sucedió...



Sucedió como los crepúsculos
en plena noche
como las mañanas que despuntan tibias
que acarician con espuma de leche

sucedió como las barcas que se dejan llevar
por las aguas de ríos y mares
como las tardes que filtran luz a través cristales
que se agitan inesperadamente

sucedió como las sombras que se alargan
caminando por calles y parques
como las noches suavemente húmedas
que impregnan la vida a dulce sabor.