sábado, 26 de agosto de 2006


DEFENSA DE LA ALEGRÍA


Defender la alegría como una trinchera
defenderla del caos y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla de las anestesias y las pesadillas
de los graves diagnósticos y las escopetas

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
del rufián caballero y del oportunista

defender la alegría como un certidumbre
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
del dolor de estar absurdamente alegres

defender la alegría como un destino
defenderla del óxido y de la muerte

defender la alegría como algo inevitable
defenderla del mar y las lágrimas tibias
de las buenas costumbres y de los apellidos
del azar y también
también de la alegría

Mario Benedetti